Edith Stein
(1891-1942) Judía de nacimiento, perdió la fe y pasó a considerarse atea. Durante ese período inició su vocación filosófica en las filas de la fenomenología como discípula preferida de Husserl. Allí entró en contacto con pensadores cercanos al cristianismo que le incitaron a replantearse sus premisas existenciales e intelectuales. El impulso definitivo para su conversión vendría de la lectura de Santa Teresa de Jesús. Su vida acabaría y culminaría en el campo de concentración de Auschwitz donde murió por judía y carmelita.