John Henry Newman ya es santo. El Papa Francisco celebraba esta mañana en la Plaza de San Pedro la canonización del cardenal británico converso, uno de los intelectuales más reconocidos del siglo XIX, al que se refirió en su homilía para invitar a los peregrinos a promover “la santidad de lo cotidiano”.
Parafraseando al nuevo santo, llamó a los cristianos a ser “luches amables en medio de la oscuridad del mundo”. Con las palabras de Newman, Francisco dibujó el perfil del cristiano como un hombre “sencillo, amable, dulce, cortés, sincero, sin pretensiones”.
Durante la eucaristía, en la que participó el príncipe Carlos de Inglaterra, también fueron elevados a los altares otros cuatro beatos, entre ellos, Dulce Lopes Pontes, primera santa brasileña, que fundó la Unión de los Trabajadores de San Francisco.