El próximo sábado 25 de marzo, en Aguadulce (Almería), el cardenal Amato presidía la beatificación de la primera mujer gitana: Emilia Fernández, natural de Tíjola, conocida como "La canastera" por dedicarse a trabajar la estameña. El nuevo libro:"Emilia la canastera, mártir del Rosario", redactado por Martín Ibarra, narra su vida y su muerte en prisión, durante la Segunda República.
Hija de un jornalero, vivió toda su vida en una cueva. Chica alta, guapa y alegre, se hizo novia de un joven, Juan Cortés, que sería declarado prófugo a comienzos de 1936. En agosto de ese año, los gitanos fueron expulsados de su pueblo, Tíjola, por el Comité Revolucionario. A comienzos de 1938, Emilia y Juan pudieron casarse por el rito gitano. Poco después, ella quedó embarazada. Sin embargo, fueron detenidos y llevados a Almería. Dos semanas más tarde de dar a luz a una niña en prisión, en enero de 1939, fallece Emilia.